No se lo cuentes a nadie.

Relatos de un cerebro atrofiado.

jueves, abril 27, 2006

Nacido con buena estrella.

Anoche, en mis delirios nocturnos, no podía sacar de mi cabeza este pensamiento:

¿Qué es la suerte?

Dí mil vueltas al tema, y también dí mil vueltas en mi cama. No podía dormir. Era un tema muy interesante que no me dejaba siquiera cerrar los ojos.

En principio se podría decir que el tener suerte significa estar en el lugar correcto al preciso momento. También podría añadirse a esa afirmación el decir lo justo y debido cuando ha de hacerse.

Pensándolo así, ¿Existe la suerte, o simplemente somos hacedores de ella?

¿Un suertudo es alguien a quien el destino favorece, o es alguien muy atento, una persona que mantiene los ojos siempre bien abiertos, que cuida que decir y cuando decirlo y que hace lo que se debe en el momento oportuno?

No lo se.

miércoles, abril 26, 2006

Teléfono

Hoy es un mal día, así que transcribiré un pequeño relato que había escrito hace mucho tiempo y por casualidad acabo de encontrar. Es raro pero la sensación que siento hoy, es la misma que sentí al escribir esta historia, tiempo atrás, he ahí la razón de la publicación, ya que el texto me parece una mierda a pesar de los cambios, y la cuento uno mas.

Es poco el tiempo que me queda, así que comenzaré a narrarles mi historia:

Ya no recuerdo como la conocí, en mi cabeza solo las sensaciones quedaron grabadas. Ver por primera vez su sonrisa, escuchar su voz, sentirla cerca... Estaba en el paraiso.

Cuando nos despedíamos... Sentía el mundo caer, me sentía vacío, triste, algo me faltaba. Era una sensación única, indescriptible.

Yo era feliz, contaba las horas para verla nuevamente, sin importar que cancelar para hacerlo, yo era feliz...

Sin embargo, nunca supe que es lo que ella sentía hacia mi. ¿Qué es lo que era? La intriga no me dejaba dormir.

¡Que mas daba! Mi felicidad residía en verla sonreír, contemplarla, sentirla cerca.

Esa era mi vida, estaba en una gran pompa de jabón, hasta que ocurrió.

Lo impensable, sucedió.

De un momento para otro, dejamos de vernos, al teléfono no la localizaba, en su casa la madre siempre me decía que estaba donde una amiga, y su amiga, que estaba donde su madre.

Pasaron dos semanas, y me resigné. Era evidente, ella no quería verme mas. ¿Por qué? Vaya uno a saber. Por mas que recorría mis recuerdos, tratando de encontrar una buena explicación, mas confuso se tornaba el asunto.

No había explicación aparente.

Perdí la fé.

Nunca mas la vería.

Me sumuergí en una gran angustia. Me sentía como quien ha perdido algo, y luego se da cuenta que era lo mas valioso en su vida.

Ya nada importaba.



Hoy a la mañana desperté, mareado, confundido.

Mi vida había perdido sentido.

Fuí hasta el baño, donde lo primero que vi, fue una gran caja con pastillas, vaya uno a saber de que.

Sin pensarlo, la abrí y comencé a ingerir mecánicamente esas capsulitas verde.

A la décima-séptima, se acabaron.



Y aquí estoy, escribiendo esto, mientras espero mi hora.



Sabía que mi tiempo estaba contado.

Suena el teléfono. Estaba a punto de morir. No tenia necesidad de atenderlo. Pero la curiosidad fue mas fuerte que yo.

Descolgué el tubo:

- ¿Hola? - Pregunté lleno de intriga.
- Hola - Era la voz de ella, ¡Cuanto había esperado ese llamado!

Cayó una lágrima por mi mejilla. Quedé mudo. No podía hablar.

SILENCIO.

- ¿Estás? - Dijo dulcemente, con esa voz angelical, que me hacia sentir en el cielo mismo.

Logré pronunciar un pequeño "si".

- Te extrañaba - Al escuchar esto, mi confusión se agrandó a tal extremo... - Quiero verte, hay muchas cosas que tengo que decirte.

No podía pronunciar palabra alguna. Mis músculos comenzaron a ponerse tiesos... Las pastillas hacían su efecto.

Caí, teléfono en mano, sobre el sillón... Estaba muriendo, ya no podía emitir sonido alguno. Estaba petrificado. Mi pecho comenzó a dolerme, grandes puntadas lo azotaban.

El auricular estaba a pocos centímetros de mi oído.

- No puedo dejar de pensar en vos, me encantás, cuando nos despedíamos sentía el mundo caer, el contemplarte, el estar con vos... Me hacía sentir en el cielo - No podía dar crédito a lo que mis oídos escuchaban. Y yo, sin poder responder. Quería decirle que sentía lo mismo, que quería verla ahora mismo... Pero ya era tarde.

- ¿Estás? - Fue lo último que escuché.

Fin.

lunes, abril 24, 2006

Ana no duerme...

Ana estaba desesperada, no soportaba mas a nadie. Había estado encerrada durante toda la semana, y su piel comenzaba a mostrarse mas pálida de lo normal. Nadie la haría salir. Moriría del mismo modo que llegó a este mundo, sola.

El teléfono sonaba.

Eran ellos, pensó.
No valía la pena esconderse, en donde quiera que esté, ellos la encontrarían. Ellos todo lo veían.

Una lágrima recorrió su mejilla, chocó con su frío labio superior y terminó en el tibio piso de su habitación. Caminando de un lado a otro, Ana no dejaba de sobresaltarse con cada Ring del teléfono. Estaba histérica. Sus nervios habían sobrepasado el limite soportable y su cabeza no dejaba de pensar en lo sucedido.
Casi involuntariamente, fue donde su ropa interior, y agarró una bolsita con polvo de felicidad.

Aspiró.

Su cabeza se volvió poco a poco soportable, comenzó a relajarse.
Se sentó sobre la cama, necesitaba pensar. Las cosas no habían ido como había deseado. Siempre creyó que al crecer formaría una familia, tendría muchos hijos, viajaría mucho... Pero la realidad era otra. Todos esos planes habían quedado en el olvido, ya no era la misma que antes.

Aspiró nuevamente. Buscó a tientas bajo su almohada aquél cuchillo que usaba para defenderse de los pervertidos, lo encontró. Arremangó su pulover y sin pensarlo dos veces, se cortó, se cortó y se cortó.

De las heridas manaba mucha sangre. Todo había terminado.

Se escuchó un grito, una puerta, unas sirenas.

Silencio.

- Todo saldrá bien - Un señor de verde, con una gran sonrisa le decía esto. De a poco comenzaba a recuperar la conciencia.

Era el fin.

sábado, abril 22, 2006

Dulce espera

Se entre abre una puerta. Lo veo todo. La rendija por muy pequeña que era, me mostró algo inimaginado.

Se cierra la puerta.

Me siento vacío. Me siento alejado de todo aquello. Ahora lo quería, quería todo eso. Lo deseaba.

Era inalcanzable.

Analizo. Podía entrar, solo si soportaba años en el infierno.

Me tiento.

La recompensa era grande. Pero surgen dudas. ¿Y si todo sale mal? ¿Y si... ?

Valía la pena. Intentarlo siquiera.

Me lanzo hacia allá. No lo pienso demasiado. Sinó, nunca me decidiría y mi tiempo terminaría.

¿Qué pasará? Solo resta esperar...

jueves, abril 20, 2006

Toc Toc

¿Qué perdés?

El no ya lo tenés...

Pensalo!

lunes, abril 17, 2006

Casualidad.

Siempre temí al destino.

Es por eso, que me encanta creer que no existe. Que es un mito. Algo en lo que muchos necesitan creer para hacer sus vidas mas amenas.

Cuan extrañas son las casualidades, de repente, por obra del destino nos vemos envueltos en una, por arte de magia. Como si fuera un poder supremo quien elaborara esos planes premeditadamente.


Cuestión de momentos:

Todo es momentáneo.

Estamos.

No estamos.


De chicos tenemos un sueño, crecemos y lo corrompemos.

Ideales que se pierden, el tiempo pasa, todo se convierte en momentos y recuerdos, hasta que no quedan mas.

Nada queda.

Soy, sos, fuí, fuiste.

Es.

¿Casualidad?


He aquí un experimento, donde escribí todo lo que pasó por mi cabeza en ese momento. Sin leerlo y publicarlo tal cual salió.
Al leerlo lo veo lleno de significado, rebozante. No se esfuercen en comprenderlo. Quizá solo yo pueda hacerlo.

sábado, abril 15, 2006

Nostalgia.

Medianoche, un video cae.

Sin rótulo, sin nombre...


Play.


Un chico, de unos 8 años... alegre, feliz. Me era familiar. Lo miraba y lo miraba. Lo quería. Quería abrazarlo, tenerlo cerca. Era yo. El ya no estaba mas, no había muerto, no había desaparecido. Existía. Existe. Y a su vez, no está mas.

Lágrimas.

¿Niño, dónde estás?

¿Dónde estoy?

viernes, abril 14, 2006

Silencio

Se conocen.

Todo parecía simple.

Pero no.

Se complican ellos mismos.

Surgen dudas.


Silencio.

martes, abril 11, 2006

Esencia.

Cuan bella es la esencia de lo bello, de lo intangible, de aquello a lo que cuesta tanto llegar. Que feo es llegar, pierde su esencia, su belleza, su intangibilidad.

lunes, abril 10, 2006

Pertinacia.

Una de las cosas que he aprendido en la vida, es a ser obstinado. Persistir hasta el último momento en lo que quiero y deseo. No dejarlo. Intentar intentar intentar, chocarse contra el muro, hasta atravesarlo.

Creo que las cosas que he perdido, las oportunidades que se me han escapado, todo ello ha sido culpa de la falta de pertinacia en mi.

No se por que lo digo, sentía ganas de escribirlo.

Felicidad


Hoy les contaré el verdadero secreto de la felicidad.

Ya me da igual, que lo sepa todo el mundo, os lo diré:

"El secreto de la felicidad reside en..."

Pero antes, hablemos acerca de la felicidad, se que si les digo cual es el secreto, rapidamente cerrarán esta web y se irán por ahí a ser felices, así que antes hablaré un poco.

¿Existe la felicidad?

Existe, existe. Y es alcanzable.

Según la RAE, felicidad es:

felicidad.

(Del lat. felicĭtas, -ātis).

1. f. Estado de grata satisfacción espiritual y física.

2. f. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz. Mi familia es mi felicidad.

3. f. Ausencia de inconvenientes o tropiezos. Viajar con felicidad.

Pensemos en lo leído. Uno llega a la conclusión, de que la felicidad es una grata satisfacción, que hay ciertas cosas materiales o espirituales que hacen a uno feliz y que la ausencia de problemas hacen también a la felicidad.

Si pensamos un poco, no hay que ser demasiado inteligente para descubrir el secreto de la felicidad, es demasiado evidente, algo tan fácil.

Pongamos el ejemplo de una persona que tiene muchos problemas en su vida, muchos pero muchos, y esa persona es muy infeliz, desdichada a mas no poder. No tiene familia, y no tiene mucho dinero, apenas le alcanza para alimentarse en el día a día.

Ahora, por unos segundos imaginen esta situación:

La persona en cuestión, se levanta por la mañana, ignorando todos sus problemas, todos. Los ignora completamente. Para el, eso no existe mas.

Esta persona sería feliz, pero, no, no lo es, por que hay tantas cosas materiales inalcanzables que desea y cree harán su felicidad, que esta persona no puede ser feliz.

Así que además del ignorar todos sus problemas, hagamos de cuenta que esta persona también ignora todos esos gustos que nos son impuestos por la sociedad, todos esos goces mundanos. Los ignora, desconoce de ellos.

¿Qué tenemos ahí?

Una persona que desconoce absolutamente todos sus inconvenientes. Una persona que no desea mas de lo que tiene y/o puede alcanzar. Una persona. Una persona feliz.

domingo, abril 09, 2006

Necesidad.

Sentía la necesidad de expresarme en algún lugar, compartir ideas y pensamientos, y sobretodo, perder tiempo!

Así surge este blog.

Bienvenidos.