No se lo cuentes a nadie.

Relatos de un cerebro atrofiado.

lunes, junio 05, 2006

El café.

Había café derramado por todo el suelo.
El piso, de baldosas blancas y negras, símil a un gran tablero de ajedrez, denotaba la gran lucha que se había desatado horas atrás.
Cuando aquel joven ingresó al establecimiento, ¿Quién podría haber pensado que algo así ocurriría?
Lo recuerdo como si no tuviera que recordarlo. Como si estaría sucediendo.

Yo había entrado al bar, eran las 8 del viernes, peculiarmente no había nadie. Parecía como si el mundo hubiera elegido hacer otra cosa, cambiar su rutina diaria, y sucumbir ante otros placeres.
Todo transcurría normalmente, mi café fue traido a tiempo, un tostado humeante fue devorado por mi apetitosamente, y la ajetreada gente se veía pasar por la angosta vereda desde la ventana.
Un hombre entró al establecimiento, llevaba puesto sobretodo y una hermosa boina francesa negra, pantalón de jean, y formales zapatillas. Estaba solo, se desabrochó el abrigo y se sentó. Pidió un café.

Al cabo de media hora una hermosa mujer entró al local. No medía mas de metro ochenta, de pelo rubio enrulado y ojos claros, caminó rápido y se sentó junto a nuestro extraño personaje.
Otro brebaje negro enfiló hacía esa dirección. La pareja hablaba.
Al rato, y luego de pagar, ambos se levantaron.

En ese momento lo ví y comprendí, ¿Habrá sido por mi extraña obseción de mirar las manos de la gente? No lo se, pero él llevaba un cuchillo.
Caminó en dirección a la puerta. Antes de llegar a ella saludó a un gordo señor, quien estaba acompañado por otro de peligroso aspecto; luego de decirle algo por lo cual el otro rió, nuestro individuo dió unas amistosas palmaditas en la grasosa espalda de su interlocutor, para luego, y de un certero movimiento, cortarle la garganta y salir caminando como si nada hubiera ocurrido.

Recuerdo, claramente, que antes de salir nos miró uno a uno, estudiando nuestros rostros. Es por ello que estoy aquí señor, el no debe reconocerme. - dijo desesperadamente al cirujano.

Marco

2 Comments:

At 11:56 a. m., Blogger María said...

me encanta el relato, buenas ideas, argumento.
un beso.

 
At 6:10 p. m., Anonymous Anónimo said...

bueno. si dijiera que lei bastante seria malo?
me gusta la manera que tiene de expresarse, rara historia.. pero historia al fin.
y de que trata.? de CAFE!
sip asi se titulaa!
bueno le dejo un besson!
no deje descuidado esto, q parece una buena forma de expresion.
adioz sr de las mil caras! =)

 

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